Solicitud
Retire la tapa, agregue el ácido fórmico al paño de esponja y cierre la tapa. Una vez en el colmenar ajustar la apertura del disco en función de la temperatura y el tamaño de la colmena. Coloque el dispensador boca abajo directamente sobre el área de cría. Los mejores resultados se logran con un espacio de 2 a 3 cm entre el dispensador y las barras superiores de los marcos. Ajuste la apertura del disco después del día 2 siguiendo las instrucciones.
Perfil de tratamiento
Los vapores de ácido fórmico actúan rápidamente sobre Varroa. La caída del ácaro Varroa alcanza su punto máximo el segundo y tercer día. El uso de ácido fórmico puede provocar la interrupción de la cría. Los vapores pueden causar daños fatales a las abejas reproductoras y emergentes. Se ha observado pérdida ocasional de reina con tratamientos de choque y a temperaturas elevadas. El ácido fórmico actúa sólo mientras se generan y están presentes vapores. Después del tratamiento, los vapores se eliminan ventilando a las abejas y la acción se detiene. Dado que el ácido fórmico es soluble en agua, se encontrará como residuo en la miel y el néctar presente durante el tratamiento, también en las celdas de miel tapadas. La alimentación durante el tratamiento puede provocar un robo.
Seguridad
Utilice gafas de seguridad y ropa protectora cuando trabaje con ácido fórmico.
Introducción
Dispensador de ácido fórmico y acético: una solución sencilla y útil para su colmenar.
Con la llegada de septiembre, la lucha contra Varroa entra en una fase decisiva. Se recoge la última miel de este año de las colmenas y finalmente se preparan los nidos para la invernada. Este es un buen momento para abordar finalmente la población de Varroa destructor, que debilita la generación de abejas invernales. También conviene proteger los panales extraídos de las colmenas contra el efecto destructivo de la polilla de la cera. En ambos casos, puede resultar útil la oferta de un dispensador de ácido de 130 ml.
Ácido fórmico: una forma eficaz de combatir la Varroa La mayoría de los productos farmacéuticos son caros, por lo que los apicultores buscan cada vez más otras soluciones. Algunos de ellos son muy eficaces y, al mismo tiempo, económicos de utilizar. El ácido fórmico se conoce desde hace años y se ha demostrado en los colmenares. Es un compuesto químico orgánico, a saber, ácido carboxílico. La mayor ventaja de su aplicación es que combate Varroa destructor no sólo en las propias abejas –como otros medicamentos– sino también en aquellas escondidas dentro de las células del panal selladas. Debido a la fase forética más corta de las plagas, este factor resulta crucial. El tratamiento con ácido fórmico al 85%, si se realiza correctamente, es seguro para las abejas y muy eficaz para reducir la varroasis.
Ácido acético: una forma de conservar los panales almacenados
El nuevo desafío al que se enfrentan los apicultores cada año es mantener seguros los marcos retirados en almacenamiento a la espera de su reutilización en las colmenas. El stock de esos marcos es un recurso valioso. Permite a las abejas comenzar a recolectar miel más rápido, lo cual es especialmente importante en las primeras etapas de la temporada. Desgraciadamente, los panales que no son cuidados por una familia de abejas suelen ser víctimas de la polilla de la cera. Las larvas se alimentan de ellos, destruyéndolos con el tiempo hasta el punto de no poder volver a utilizarlos en las colmenas. Una forma de proteger los peines es aplicarles ácido acético. Su concentración en el aire hace que cese la actividad de la plaga. Varios días antes de volver a colocar estos marcos en la colmena, es necesario ventilarlos, ya que el olor del ácido acético que desprenden disuade a las abejas de acercarse a los panales y, por tanto, de utilizarlos.

